con sandalias nuevas y
un lucero.
Imaginen mi sorpresa
ante tal regalo, me quede boquiabierto
pensando, dudando.
¿Qué querrán decirme
los buenos Magos
con este presente
tan extraño y raro?
Ya sabes, las sandalias
para andar por la vida
y este lucero, para cuando te falte luz
o aparezcan sombras
en el sendero.
Ellos saben de caminos y de lucero,
de hombres buenos, de intenciones torcidas;
de palabras dichas, de mirar a los cielos.
Y me han dejado este presente
por si, en la vida al andar, me pierdo
por extraños derroteros.
1 comentario:
Somos muchos los que necesitamos unas sandalias que nos hagan caminar por el camino recto. Caminar de la mano del que tuerce ese sendero.
Somos muchos los que tenemos que buscar con más frecuencia ese Lucero porque Él siempre está ahí.
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