sábado, 8 de enero de 2011

LA PALABRA DEL DOMINGO

EL BAUTISMO DE JESÚS.
Con ésta fiesta termina el ciclo de las fiestas de Navidad. Fiestas que nos han posibilitado,un año mas, descubrir que Dios está en medio de nosotros.
Hoy nos vamos hasta el desierto a las orillas del Jordán, en donde Jesús busca a Juan para  manifestar de forma pública que quiere cumplir con la misión que se le ha encomendado. A destacar en éste texto tres cosas: A) La presencia del Espíritu que en la vida de Jesús esta muy presente, ya desde la Encarnación. B) la presencia del Padre que le ratifica como el  Hijo Amado, el predilecto. C) el gesto de Jesús de mezclarse entre los que reconocen que buscan a Dios y que tienen que cambiar de vida. Esta va a ser la tónica en toda su misión de anuncio del Reino de Dios, estar mezclado con la gente  hasta el punto de que le confundan  con uno más
No deja de ser esta fiesta  una buena ocasión para repensarnos nuestro bautismo; para analizar qué
importancia está teniendo en nuestra vida  la presencia del Espíritu Santo y  hasta donde llega eso de ser Hijos de Dios.
 Y a lo mejor descubrimos  que nuestra vida de creyentes  tiene poco que ver con las actitudes y la vida de Jesús, porque el Espíritu no aparece por ninguna parte o no le dejamos aparecer; o porque lo de ser Hijos de Dios es sólo para cuando rezamos el Padre Nuestro, o porque eso de juntarnos con todo el mundo, como que no nos va. Total que creo que debemos hacer una buena reflexión sobre todo esto que  me huelo no nos vendría nada mal.
Feliz domingo.


 

No hay comentarios: