viernes, 21 de enero de 2011

¿DESDE CUÁNDO USAMOS? POR MARÍA SÁNCHEZ

LOS ZAPATOS "BROGUES"
En los tiempos que corren no es extraño que los jóvenes dispongan, como algo normal, de más de cinco o seis pares de zapatos. Los tienen de todos los tipos y modelos, siendo las chicas, las que se llevan la palma en lo que a variedad se refiere; los de tacón, las chanclas, el mocasín, la sandalia etc.
Los chicos, por el contrario, se decantan por los llamados “tenis” o botín de deporte que usan para todas las ocasiones. Se han dado casos de niños que desean llevarlos incluso el día de su primera comunión.
Hoy no tenemos que esperar a que lleguen las fiestas principales para comprarnos unos zapatos nuevos. No sucedía lo mismo en mis años mozos, en aquella época, nos los compraban en dos fechas señaladas; una en reyes y la otra el día del santo patrono, que en este caso era para el día de San Gregorio.
Las niñas deseaban cumplir años, hacerse mayores, para que la madre le comprara los primeros zapatos de tacón, los “pimplinis” como les llamábamos. Pienso que este nombre se lo dábamos por aquello de ir haciendo un movimiento de caderas, de un lado a otro, pin pa’ca pin pa’ya. Con estos “contoneos” nos sentíamos mujeres de verdad a la vez que imitábamos a las artistas que veíamos en el cine.
De vez en cuando, sobre todo cuando estrenábamos aquellas maravillas, cambiábamos el pin pa’ca y pa’yá por algún “plaf” que sonaba cuando dábamos con nuestros huesos en el suelo.
Hoy me quedo boquiabierta cuando veo a niñas, de doce a quince años, con unos tacones de infarto y caminando encima de ellos con las misma maña que ando yo cuando llevo chanclas. Por un lado me maravilla ver con que soltura y habilidad manejan lo que para mí, era y sigue siendo, una autentica “tortura” pero también me preocupa cuando pienso el daño tan grande que están haciendo a sus sufridas columnas.
Pero, cuando usted quiera presumir de zapatos, cómprese unos Brogues. Éstos son los clásicos zapatos con agujeros, símbolo de elegancia británica, nacieron en tiempos de la reina Victoria, cuando los escoceses de campo “taladraron” la parte superior de sus zapatos para que entrara y saliera por ellos el agua de los pantanos.
Poco después, se puso de moda la versión “fina” en las ciudades inglesas, donde los bautizaron como “Oxford Brogues”  término con el que se les sigue definiendo hoy día.
LA AUTORIDAD DE LA MODA ES TAN ABSOLUTA QUE NOS FUERZA A SER RIDÍCULOS PARA NO PARECERLO.

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