Ya están anunciando los grandes centros comerciales "la vuelta al cole", pues como el que no quiere la cosa el verano lentamente y con mucho calor, va apuntando a su fin. Nos acercamos a final de agosto. La fiesta del Apóstol San Bartolomé, evangelizador en la India y Armenia, donde fue martirizado arrancándole la piel a tiras, nos lo dice.
Hay que volver a la escuela, tanto alumnos como profesores, sin olvidar a los padres que tendrán que hacer muchos cálculos para ver como afrontan este volver a empezar.
Ya no es como antes que con un lápiz, una goma, una libreta y aquella enciclopedia que heredábamos en casa unos de otros era suficiente para aprender, y vaya si aprendíamos.
Las cuatro reglas era fundamental, pero también había que aprender historia, religión, formación del espíritu nacional, las figuras geométricas. Se aprendía a leer en alta voz y para toda la clase, a escribir haciendo caligrafía en los cuadernos de Rubio y con el dictado, además de ejercitarnos en la escritura, aprendíamos ortografía.
Se que eran otros tiempo, pero me huelo que no fueron peor que estos en cuestiones de aprendizaje. Hoy los alumnos cargan muchos libros, tienen muchos deberes. Muchas técnicas modernas están los maestros obligados a emplear pero le preguntas a un chaval quienes eran los Reyes Católicos y se queda mirando para los celajes y se hablamos de ortografía , para que contar.
El sistema de enseñanza está de capa caída y no es por culpa de los profesores, ni de los alumnos, ni de los padres. Apunto a intereses políticos para los cuales la enseñanza se ha convertido en un arma de combate y de imposición. ¿ Cuantos planes de enseñanza llevamos ya desde que andamos en democracia ?
La enseñanza en los colegios y universidades, sigue deteriorada, no termina de levantar cabeza. Hay un algo que impide que arranque de una vez y se forme e informe a nuestros chavales con conciencia y para el futuro.
Índices de fracaso escolar muy altos. Profesores agotados que terminan por perder la ilusión. Padres que cada vez que llega septiembre se echan a temblar y chiquillos cargados como burros con mochilas y libros. Total ¿ cual es el resultado?
Lo que decíamos mas arriba, que llegan a la vida profesional o a la universidad, con faltas de ortografía, sin saber, muchos de ellos cuando leen algo, que es lo que están leyendo, e ignorando la historia que hemos heredado y que conforma en parte todo lo que somos como pueblo y nación.
Hay que volver a la escuela en sentido amplio para hacerla cercana, asequible, humana y forjadora de hombres del mañana sin remilgos y con sabiduría.
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