DOMIGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO A.
" TÚ ERES PEDRO",...¡
En este domingo asistimos en Cesárea de Filipo a la confesión de fe ante la pregunta que Jesús hace a los discípulos queriendo saber lo que dice la gente de el, para luego pasar a la pregunta personal y,¿ ustedes? ¿ qué ? . Entonces es cuando surge Pedro con su respuesta tajante y decisiva.
Jesús reconociendo en Pedro la acción del Padre y viendo que no se coarta en expresarla le da más, lo anuncia como aquel que va a ser el que sostenga a los hermanos cuando el no esté entre ellos.
Pedro tendrá que ir haciendo suya esa confesión de fe, tendrá que ir haciéndola vida con el esfuerzo, la fidelidad y la entrega a lo largo de los años, entre las sombras de la duda, la resistencia personal, los miedos y hasta los deseos de huida hacia adelante. No le va a faltar la asistencia del Espíritu en su debilidad para seguir confesando a Jesús y para llevar a cabo la empresa que en sus manos ha sido puesta.
Así también nosotros hoy. Confesamos a Jesús como el Señor, pero eso luego hay que ir, día a día, haciéndolo vida y vida concreta, amasada con el esfuerzo, la negación de sí mismo, la incomprensión por parte de los demás y tantas otras cosas que nosotros ya vamos conociendo.
A fin de de cuentas, es la gracia de Dios la que actúa en nuestros corazones como actuó en el de Pedro. En el fondo esto debe ser así, porque es como nos damos cuenta de que nosotros también necesitamos ser salvados, de que no somos nosotros los salvadores y de que todo viene a ser un derroche de gracia por parte del Padre con la presencia del Espíritu y el amor de Jesús. Es solo así como , desde la propia experiencia de salvación continua, podremos anunciarla con calor y convicción a todos en la Iglesias, en la ágoras de la sociedad moderna, o en el tú a tú personal.
Feliz día del Señor
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