TIRANDO PIEDRAS EN TEJADO PROPIO
Celebramos hoy la fiesta de San Juan Bautista María Vianney, mas conocido como el Santo cura de Ars, cuya vida nos fue propuesta a los sacerdotes como modelo de sacerdocio cuando celebrábamos, hace unos años, el Año Sacerdotal. En los carteles que se publicaron hay una frase de este santo sacerdote, que dice: " Yo te enseñaré el camino del cielo". ¿ La recuerdan? El cartel reproducía una imagen del sacerdote inclinado sobre un pastorcillo a quien le hablaba.
La onomástica de este santo cura me trae a la mente y no se porque, la jornada que se esta preparando en Madrid de jóvenes cristianos que vendrán de todo el mundo a compartir y celebrar su fe y en la que el Papa como cabeza de toda la Iglesia, se hará presente también, para rezar con ellos y animarles a ser seguidores de Cristo y sus testigos por todo el mundo.
No faltan las criticas, ya sin disimulo, de uno y otro lado, tanto de creyentes como de los que no lo son : No merece la pena , es un acto mas de folclore, no conducirá a nada, es un intento de volver al pasado, es no querer dejar de lado la opulencia dentro de la iglesia y qué se yo cuantas cosas más.
Lo cierto es que se va a celebrar y frente a todo este revuelo que se ha organizado de gente que la apoya o no, me encuentro con la frese de el Cura de Ars, pero no solo con su frase, sino también con su vida; sabemos que no escatimaba ningún esfuerzo, con tal de que todos tuvieran noticia de Jesucristo en su parroquia.
Por otro lado decir , y no quiero callarlo, que me duele y en verdad que, no ya los no creyentes, sino gente que se dice de iglesia no sean capaces de ver mas allá y se dediquen a tirar por los suelos lo que con tanta ilusión y esfuerzo se ha ido elaborando en cada una de las parroquias y diócesis, para llegar a este encuentro de fe en Jesús.
Podría decir alguna cosa más pero no, lo dejo ahí. Solo decir que yo y en mi parroquia rezaremos para que tanto esfuerzo alcance su mérito y el Espíritu Santo se haga, en esta jornada, muy presente en el corazón de todos los que a ella acudan con ilusión y esperanza.
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