domingo, 19 de septiembre de 2010

RAZONES PARA LA ESPERANZA

Quiero titular así este "flash" de noticias que me parece no debemos pasar por alto, porque nos hablan de cosas buenas que siguen produciéndose dentro de la Iglesia, que anda pasando ahora mismo por momentos difíciles debido a la ola de acusaciones de pederastia y otras que se enarbolan, y que quieren incluir a todos los creyentes, aunque es verdad que a todos nos duelen y nos hacen sufrir.
La primera es la VISITA VALIENTE, llena de humildad, que está realizando Benedicto XVI al Reino Unido, dando la cara y tratando de asumir las consecuencias de todo ello, pero sin dejar tampoco de alentar y de seguir en la línea de anuncio del Evangelio. Una cosa es que nosotros lo hagamos mal y otra que deje de tener vigencia el anuncio de Jesús.
La segunda es el RECONOCIMIENTO A LA LABOR QUE HACE LA IGLESIA DESDE MANOS UNIDAS a quien se le ha otrogado el premio Pincipe de Asturias, acompañado de una importante cantidad de dinero, que dedicará integramente a la recuperación de Haití.
La tercera es la BEATIFICACIÓN en Sevilla de la sucesora de la fundadora de las Hermanas de la Cruz, MADRE MARÍA DE LA PURISIMA. Justo a los dos años de su óbito sube a los altares como beata y pronto,como santa.
La cuarta, LA PROFESIÓN SOLEMNE en días pasados de un joven  hermano de la Resurrección  en el  seno de su comunidad ubicada cerca del cementerio de nuestra ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Estos y otros muchos son motivos para la esperanza y para seguir dando pasos a pesar de todo lo que se oye y de lo que se nos acusa. Es verdad que hemos de remirarnos, desde la oración y la reflexión, para pedir perdón, correguir, podar o plantar de nuevo. También lo es el hecho de que  necesitamos avivar la comunión entre el Papa, obispos, sacerdotes y creyentes con  Jesús. Él sigue siendo el Señor aunque nosotros hayamos desvirtuado su mensaje y se nos acuse por ello. Dejemos que Él cure las heridas que nosotros mismos nos hemos hecho, nos devuelva la alegría y la paz, porque sigue estando a nuestro lado a pesar de los pesares.

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