sábado, 1 de mayo de 2010

Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada

Hay gente que vive por debajo del umbral de la pobreza o que incluso muere de hambre. Hay trabajadores con condiciones de trabajo infrahumanas. Hay empresas que producen productos o servicios adulterados, engañosos o contaminantes. Hay políticos corruptos que dan soporte a esas y a otras muchas injusticias.
Pero ¿qué tengo yo que ver con todo eso? A mí que no me miren, ni me pidan explicaciones, ni compromisos, ni soluciones. ¿Seguro?

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