sábado, 25 de febrero de 2012

LA PALABRA DEL DOMINGO

Domingo Primero de Cuaresma. Ciclo B.
 
TIEMPO DE DIOS Y DE LOS HOMBRES
 Iniciábamos la cuaresma este miércoles pasado y  como todos sabemos, este domingo es el primer domingo de cuaresma de este año 2012. El texto del evangelio que se nos ofrece para  las celebraciones es  de San Marcos en su capítulo primero y que nos lleva  al inicio de la vida  pública de Jesús.
 El evangelista marca el lugar de los inicios: Galilea. Es en Galilea después de haber sido  empujado por el Espíritu al desierto y allí vencer el mal llevando una vida de austeridad y oración.  También San Marcos nos  data el inicio de este comienzo de la vida publica de Jesús: nos dice que fue cuando arrestaron a Juan. Este acontecimiento del arresto de Juan debía estar muy presente en la vida de la gente ya que Marcos lo utiliza para fechar el inicio del anuncio del Reino de Dios por parte Jesús. Nos dice también cómo empezó su predicación: al estilo de Juan. Luego irá adquiriendo esta predicación,  cada vez mas, una dimensión nueva y  sorprendente.
Quiero fijarme, en esta ocasión, en el concepto del tiempo.
El texto empieza  diciéndonos: " en aquel tiempo" Luego se habla del tiempo transcurrido en el desierto : "cuarenta días". Se dice mas adelante, haciendo alusión al tiempo: " cuando arrestaron a Juan" ; es cuando comienza  Jesús su actividad en Galilea  y en la misma predicación de Jesús, también aparece esta dimensión de tiempo cumplido :" Se ha cumplido el tiempo".
Todo ello me lleva a pensar en el "Tiempo de Dios". 
Dios va marcando su tiempo, unas veces nos percatamos de ello, otras, no. Lo que si es cierto que tiene que ver con nosotros, los hombres. Se nos habla en el texto del tiempo de Dios para realizar la salvación. Tiempo que se precipita y que con Jesús es tiempo ya cumplido y a la vez en cumplimiento, es decir, dinámico, en perspectivas de futuro, en cumplimiento, que  no se agota y que se abre hacia una nueva dimensión  temporal que culminará con la Resurrección del que está anunciando el tiempo cumplido. 
Es, el tiempo, los plazos de Dios, en los  que se va realizando la salvación. Es el tiempo del Espíritu  que mueve a que la alianza vaya encontrando cumplimiento y sea anunciada a los hombres la salvación. Este es el tiempo de la gracia, es el tiempo de la salvación - Como nos decía el de Tarso el pasado domingo- , es tiempo de Dios para los hombres.
Traemos esto a nuestra actualidad de creyentes, en la cuaresma, tiempo de Dios y de los hombres porque es tiempo de conversión y de salvación; para poner nuestra libertad en las manos del Padre como hizo Jesús y abrir caminos nuevos  y alumbrar oscuridades en los corazones, con el anuncio de la Buena Noticia  de que Dios cumple su palabra. De que nos sigue amando.
La cuaresma nos debe llevar a todo ello y mucho mas si nos dejamos  empujar por el Espíritu, el mismo que empujó a Jesús al desierto. Porque siempre  es el tiempo de Dios

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