jueves, 2 de febrero de 2012

DOMINGO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO .CICLO B.

UNA LECCIÓN APRENDIDA Y CON FRECUENCIA OLVIDADA.
Nos encontramos este domingo conque Jesús sigue en Cafarnaúm y al salir de la sinagoga se va a casa de Pedro donde cura a la suegra de este y a muchos más.
 El día va a terminar con la oración de Jesús. Es algo que nos puede pasar desapercibido, pero Jesús oraba con muchísima frecuencia. Bueno toda su vida era oración, pura y dura, pero hay momentos en que necesita la soledad, el silencio  y la ausencia de ruidos que  pudieran impedirle la relación íntima y  amplia con el Padre.
Como el que no quiere la cosa Marcos nos deja  este detalle de la vida del Maestro, no solo curaba y le podía a los demonios y al mal y predicaba, también oraba, Jesús oraba y con mucha frecuencia  en la  intimidad del silencio y la interioridad.
 Esto me lleva a pensar cómo nosotros, con mucha frecuencia, son  pocas las horas que dedicamos a ello, a la oración, a estar con el Padre, a la contemplación. Cómo los afanaes por hacer cosas nos resta ese tiempo necesario, y desde el que nuestra labor de evangelización debe alimentarse, tomar cuerpo y robustez.
Es otra lección del Maestro que  no debemos olvidar, aunque lo sabemos de sobra, pero... esa es la cuestión, el  pero, que nos lleva  a encontrar la excusa perfecta para no dejarlo todo y  dedicarnos a ello. Si lo hicieramos, seguro, seguro, que otro gallo nos cantaría, tanto en nuestra vida privada como de pastores. Hay que ponerse manos a la obra. 
Feliz Día del Señor

No hay comentarios: