domingo, 1 de enero de 2012

UNO DE ENERO: AÑO NUEVO

 UNA OPORTUNIDAD PARA SER FELICES.
 Animado por la paz y tranquilidad de esta mañana de el primer día de este año  de 2012, en donde la mayoría de las personas están aún descansando debido a las fiesta de anoche, me pongo a escribir esta reflexión que quizá a alguien que tenga ánimos de leer le pueda ayudar. 
 Anoche  después de partir el año en casa de una  familia de la parroquia y estar con ellos charlando  largo y tendido de la humano y de lo divino, regresé a casa, sería eso de las dos de la madrugada. Al levantarme temprano para acudir a la parroquia y celebrar la Eucaristía, reflexionaba y pensaba, así, a lo bruto, cómo estas fiestas se han convertido en fiestas de ruido y alboroto, de alcohol, jarana y eso petardos que cuando mas tranquilo estás te dan un susto que te hacen brincar en la silla o en la cama si ya estás a costado. 
 No hay sitio para la interiorización, parece como si quisiéramos no dejar entrar en nuestra vida un instante de reflexión serena. No queremos pensar y hacemos mucho, mucho ruido, para ¿espantar cualquier pensamiento que nos pueda aguar la fiesta ?
Nos felicitamos el año Nuevo, y nos deseamos lo mejor, pensando que lo mejor está fuera de nosotros, que lo mejor es el dinero, que no haya problemas, que todo sea perfecto según nuestras apetencias. No nos damos cuenta de que la felicidad no la da el dinero, ni una mesa abundante, ni está en la cosas, fuera de nosotros. La felicidad está dentro, en nuestro corazón, en nuestros sentimientos, en la raigambre de los valores y proyectos y en el esfuerzo cotidiano que nos lleva a sentirnos bien con nosotros mismos, con los demás y por ende, con Dios, si  somos creyentes.
Andamos equivocados con tanto ruido y dispersión. Así no nos encontraremos nunca y la felicidad será siempre huidiza. Así nunca vamos a  saber qué es ser felices desde esa felicidad que nace del corazón y que no da ni el alcohol, ni el ruido, ni la evasión por la evasión. 
Son días de alegría, paz, encuentro, perdón, amor, proyectos nuevos...  Me da a mi, no sé porque, que de esto nada de nada, en la mayoría de la gente, porque, también es verdad, que no podemos generalizar, ni meter a todo el mundo en un mismo saco. Quizá piense así porque lo que  mas se ve es eso que conduce a nada a no ser una implacable resaca y un buen dolor de cabeza y así vamos dejando que se nos escapen las oportunidades de ser felices.
 FELIZ AÑO NUEVO 2012

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