Pero se van a quedar sin nada por no querer entender ni las escrituras ni la palabra, y mucho menos escucharla. Tampoco están dispuestos a dejarse sorprender por Dios, lo tienen cautivo. Esa cerrazón y soberbia les va a llevar a no participar del Reino de Dios que también a ellos se les anuncia y que exige una conversión de los vicios y malas actitudes en contra del amo y en propio provecho. El Reino de los cielos les será quitado y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.
Y como veíamos la semana pasada, volvemos a ver que Jesús no se anda con rodeos, va al grano descubriendo malas intenciones e invitando a la conversión.
Eso que les dice Jesús nos puede pasar también a nosotros. La diferencia puede estar en que nosotros no dejemos escapar la oportunidad que se nos ofrece de convertirnos, cambiar y empezar de nuevo con humildad, sencillez y confianza en el amor de Dios, que una y otra vez, nos tiende la mano con misericordia. Esto nos puede pasar tanto a nivel personal como a nivel de Iglesia.
Feliz día del Señor.
1 comentario:
La piedra que rechazaron los arquitectos es ahora a la piedra angular. Supongo que los arquitectos eran los fariseos de antes y los sabios de ahora escondidos tras la apariencia de sabelotodos que tienen hoy las personas alejadas de Dios por medio del relativismo moral,en donde se pone al hombre como autosuficiencia de si mismo. A los creyentes nos toman por irracionales , perdidos incluso gente equivocada e ignorante, esa es la piedra Angular, a saber, Jesucristo que fue rechazado por los "arquitectos" de antes y los de ahora. Creo que este evangelio está relacionado con los de semanas anteriores en la que Jesús es confrontado por los buenos e inteligentes de la época, antes y ahora.Bueno esa es mi opinión basada en lo que he oido a otros. Espero no estar equivocado. Lo importante es saber que nos dice a cada uno hoy la Escritura.Saludos Pepe.
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