lunes, 23 de mayo de 2011

FADIOUTH  - la isla de las conchas -

Acabo de ver un vídeo que me dejo Mariam, ¿ la recuerdan? recibió las aguas bautismales el año pasado en nuestra parroquia además de confirmarse, hacer su primera comunión  y contraer matrimonio con su marido Pierre. Pues bien, como decía,  acabo de ver un vídeo, que ella me  ha hecho llegar, donde se relata la celebración de los ciento veinte y cinco años de la fundación en su isla " La Isla de las Conchas", Fadiouht, de la parroquia que está dedicada a San Francisco Javier.
 A ver como les cuento lo que he sentido porque han sido tantas cosas y en tan poco tiempo que ahora mismo se me agolpan, pero intentaré ponerlas en orden. De entrada, el color. Si, el color: las ropas, las flores, la ornamentación de la iglesia, luego la gente:  negros muy guapos de rostros serenos y muy bellos, tanto ellas como ellos, con unos ojos que hablan, que lo dicen todo, emocionados  y  participando en la celebración con respeto y gozo. 
Iglesia de San Francisco Javier en Faiouth
La celebración transcurre entre cantos, con melodías  y acentos  de la tierra, las ofrendas con sencillez, niños, adultos y  el pescador, no podía  faltar el pescador que  lanza la red al pié del altar. La gente aplaude.
La homilía del obispo, sencilla y cercana.  La asistencia de los sacerdote, religiosos y seminaristas y las autoridades pero sobre todo, la gente sencilla que participaba, rezaba y no se perdía nada de lo que ocurría en el altar. No quiero olvidar la imagen de San Francisco Javier que presidia en el altar, adornada con ropa nativa, una forma de decirle: eres de los nuestros, aunque tu piel sea blanca y la nuestra negra.
Decir también que entre todos los rostros reconocí dos: Pierre el esposo de Marian allí estaba, me alegró mucho verle y el otro rostro, el sugerente rostro de la Iglesia  negra de  la isla, hermanos y hermanas que viven y comparten  una misma fe, un mismo bautismo, un mismo Señor. 
Concluyo dando las gracias al Señor porque la fe no es patrimonio de Europa ni de nadie, sino de todos los pueblos o personas que aceptan a Jesús y en esta isla del Atlántico, que pertenece a Senegal,  El también esta presente. Que hermoso, que gratificante, que bello.
Desde aquí quiero expresarle mi felicitación y animarles y darles las gracias por la sencillez y la frescura de la fe que viven y celebran.
Gracias



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