NO ES SUFICIENTE.
Sucede que muchas veces en esto del cambio nos perdemos, porque no sabemos hacia donde caminar, que hemos de renovar en nuestra vida, dónde y desde dónde hemos de realizar el cambio y, ante esto, andamos como que no sabemos qué hacer, perdidos.
Se hace necesario parar, dar un buen frenazo en nuestra vida. Dejarmos interrogar por lo que nos rodea, buscar con sinceridad desde una actitud humilde y de oración; el Señor nos irá mostrando el camino que hemos de allanar y por el que debemos andar.
No es suficiente que encendamos la corona de Adviento, cantemos "ven Señor, no tardes", hagamos inclusive limosna para Cáritas. Hemos de preguntarnos por nuestro corazón: dónde está y a quién queremos servir de verdad. Y entonces brotará nuestra luz como en noche oscura.
¡Felíz Domingo!
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