Llegamos al último día de este año, San Silvestre nos lo dice, nos quedan horas para concluir un nuevo ciclo de trescientos sesenta y cinco días en donde hemos tenido la oportunidad de hacer montones de cosas, otras han quedado arrinconadas; unas las hemos realizado con éxito, otras no tanto; hemos tenido un montón de oportunidades buenas o malas; hemos conocido gente, unos se han incorporado a la lista de los amigos, otros no, solamente han pasado; unos han nacido, otros han dado el paso hacia la casa del Padre.Es un día para la reflexión y la acción de gracias, para mirar hacia atrás y hacia adelante, para desear lo mejor y para reforzar esos proyectos que se han quedado a medias o no hemos empezado aún, pero que siguen ahí esperando.
Es un día para hacernos esa pregunta que solemos rehuir: ¿dónde estoy yo ahora mismo y hacia dónde debo caminar? Y para dar gracias, porque sea cual sea nuestro balance, debemos dar gracias por lo vivido y por la oportunidad que se nos brinda, bien para empezar de nuevo, bien para seguir haciendo camino. De todas formas, las llaves están en nuestra mano.
¡FELIZ AÑO NUEVO!




















