miércoles, 25 de agosto de 2010

EL AMIGO DE JERICÓ

Entrando Jesús en Jericó
la gente se agolpa entorno a Él
y Zaqueo el publicano,
que era de baja estatura,
no le alcanzaba a ver.
Y Zaqueo el publicano,
jefe de racudadores,
Panorámica de Jericó
le quería conocer.

Se adelantó en el camino,
a una higuera se subió.
Llegando Jesús al sitio
levantando la mirada
a Zaqueo descubrió.
Llegando Jesús al sitio
levantando la mirada
a Zaqueo así le habló:

Baja enseguida Zaqueo
tu huésped hoy quiero ser,
quiero alojarme en tu casa,
quiero contigo comer.
Baja enseguida Zaqueo
tu huésped hoy quiero ser,          
quiero sentarme a tu mesa,
quiero contigo comer.

Desierto de Jericó
La gente no aceptaba
lo que acababa de ver.
¿Cómo siendo el Mesías
se junta con publicanos,
va con ellos a comer?
Si éste fuera el Mesías
sabría quien es Zaqueo,
qué clase de gente es.

Al terminar la comida
Zaqueo se puso en pie:
"Maestro, lo que he robado
todo lo devolveré.
La extorsión que haya hecho
pronto la repararé."           
A lo que Jesús exclama:
"¡De Abraham éste hijo es!
Hoy ha entrado en esta casa
la salvación por la fe.

Saliendo Jesús de Jerico,
sendero de tierra, sol y sed.
A la orilla del camino
sólo un hombre le despide
aquél que comió con Él.
Y mientras Jesús se aleja
no se mueve de aquel sitio,
la mano sobre la frente
hasta que ya no le ve.
Y de regreso a su casa
el llanto acude sus ojos
mientras sus labios murmuran:
¿Cuándo le volveré a ver...,
cuándo le volveré a ver...?

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