viernes, 21 de octubre de 2011

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO A


O LA CUMPLIMOS TODA ENTERA... O NO  LA ESTAMOS CUMPLIENDO.
Se acercan a Jesús para ponerlo a prueba, dice el texto y los que se acercan son autoridad reconocida en todo el pueblo de Israel: son los fariseos. La pregunta es decisoria y clave, pues se le interroga por el mandamiento principal de la ley  - vamos a ver que es lo que piensa este galileo sobre la ley - Desde luego que a los fariseos le interesaba esto y mucho pues esta en juego su reputación. Es una especie de barómetro que les va a servir en definitiva para saber si aun siguen teniendo autoridad como garantes de esa ley o si por el contrario se esta colando y haciendo mella en el pueblo la predicación de este Jesús que lo esta poniendo todo en solfa, por lo que pueden correr  peligro la reputación y el puesto que que ellos ocupan. Es curioso que le llamen Maestro, pero en el fondo no se están fiando de su enseñanza. Veamos que es lo que enseña este maestro, se dicen. Jesús,con su respuesta, no va contra la ley, es mas, la amplia cuando habla de un segundo mandamiento que es similar al primero y no enseña nada nuevo, pues esto ya lo han repetido y dicho los profetas por activa y por pasiva. Antes bien, insta a que se cumpla. Recalca y de forma ágil, que toda la ley  penden de estos dos mandamientos: el amor a Dios y al prójimo y remite  a los profetas como ya hemos indicado. Por tanto, no se trata de borrar la ley de un plumazo, sino de darle cumplimiento y es ahí donde poniendo el acento, denuncia la situación que se vive e invita al cambio. .Es una forma muy sutil de decirles que no la están cumpliendo ni enseñando en su totalidad y que se hace urgente y necesario llevarla a cabo en el día a día.
Bueno... Pues ahora nos toca sacar las consecuencias para nuestra vida desde este texto. Ya se que son cada vez menos los del "golpe de pecho" y el "que Dios le ampare..."  Y aunque esa actitud tan descarada la hemos ido desterrando aún quedan formas muy sutiles de vivenciarla, sobre todo cuando queremos vivir de espaldas a situaciones que nos provocan o son sangrantes o piden de nosotros un esfuerzo mas halla de lo habitual. 
Cuando se nos pide olvidarnos de nuestro yo para ocuparnos del yo del otro y empezar a caminar juntos. Ahí está, creo, la clave.
Feliz Domingo

1 comentario:

victor2772 dijo...

Creo que debemos ser como el buen samaritano que no entendió la palabra prójimo como perteneciente a los amigos y ni a la misma religión sino a todos sin hacer distinción. Asi nos enseña Jesus que debemos amar al prójimo es decir a todos los hermanos en Dios.