viernes, 16 de septiembre de 2011

REFLEXIONES


REFRANES POPULARES. 
POR MARÍA SÁNCHEZ
          
ALABANZA EN BOCA PROPIA MUJER DE POCO VALER
Con este refrán hacemos alusión a aquellas personas que en todo momento, lugar y situación, hacen alardes de estar preparados para cualquier eventualidad que se presente. No dudan en exponer constantemente sus cualidades; da igual que sean humanas o materiales.
 Antes de continuar permítanme dar mi opinión particular sobre este refrán en particular. Éste es de los pocos  con el que no estoy de acuerdo. A día de hoy me parece una discriminación hacía la mujer.
 Mi madre, que como he dicho en anteriores ocasiones era muy dada a los refranes, solía usarlo  cuando en su presencia una mujer hacia alarde de lo buena que era en la cocina, o lo bien que planchaba la ropa.
 No ocurría lo mismo cuando el que alababa su maña o buen hacer era un hombre. Aquí las cosas cambiaban y ése era un hombre inteligente, listo, capaz de comerse el mundo. En  defensa de mi madre y de las mujeres de su época, diré que cincuenta años atrás esto era lo normal ya que, por parte de la mujer, al hombre se le consideraba un ser superior.
 Hoy, por suerte, las cosas han ido cambiando y hay más igualdad entre los dos sexos. A pesar de que algún que otro varón se considera por encima del bien y del mal.
No conocen el respeto a la mujer, la tratan como si fueran sus dueños y señores llegando en algunos casos a creerse propietarios de sus vidas para quitársela por una simple discusión.
 Pero, los tiempos cambian y, con el paso de los años, el hombre ha llegado a comprender que la mujer tiene iguales virtudes que puede tener él, los mismos derechos y, como no, los mismos defectos. En definitiva que somos, o debemos ser, iguales ante Dios y los hombres. Si bien es cierto que las leyes tendrían que cambiar bastante.
 Aquello que en la época de mi madre era un defecto, hoy la nueva generación y la sociedad lo considera una virtud, casi una obligación.
De tal manera que, a través de clases de autoestima, libros escritos por; sociólogos y psicólogos, nos animan a valorarnos, a querernos a sentirnos capacitadas para casi todo, a mirarnos en el espejo antes de salir de casa y decir aquello de “que guapa soy, que tipo tengo” .
 La mayoría de las mujeres de nuestra época salen a trabajar fuera de casa y, cuando llegan a ésta, continúan haciéndolo. Ahí  ejercen de; cocineras, limpiadoras, lavanderas, administradoras, consejeras, asesoras y un largo etcétera casi imposible de enumerar. A la vista de esto cabe preguntarse ¿Qué delito comete si en un momento, en el que tiene la autoestima subida, se alaba a sí misma?
Pues como bien dicen los psicólogos tenemos que valorarnos y querernos más para valorar y, en consecuencia, querer del mismo modo a aquellos que nos rodean.

1 comentario:

victor2772 dijo...

De acuerdo contigo, Pepe. Jesús dijo "ama a tu prójimo como a ti mismo", por lo que se sobreentiende que debemos querernos a nosotros mismo. La mujer, como el hombre debe tener autoestima pero sin llegar a ser soberbios.La humildad y la autoestima no estan enfrentados. Lo que debemos hacer más que presumir de nuestros supuestas cualidades es reconocer que todos se nos ha dado de lo alto. Lo que buscamos cuando no elevamos a nosotros mismo es que nos quieran y olvidamos que para que nos quieran debemos querer primero; en una vertiente de ese querer al prójimo tenemos la alabanza del hermano y no tanto la propia alabanza que se hace, a veces, odiosa. No se deberia hacer distinción entre hombre y mujer en lo que se refiere al menos a los derechos.Saludos