Hola, amigos, soy el párroco de Santa Clara en Zárate, Las Palmas de Gran Canaria, y en nombre de todos los que trabajamos en la parroquia quiero enviarles un saludo y darles la bienvenida a esta pagina nuestra en donde intentaremos comunicarnos e ir informando de todo el acontecer de nuestra parroquia. Que sean bienvenidos y un saludo.
viernes, 2 de septiembre de 2011
LA PALABRA DEL DOMINGO
DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO A
CUANDO HAYA QUE LLAMAR LA ATENCIÓN
El texto del Evangelio de este domingo nos invita a reflexionar sobre la corrección fraterna, el perdón y la oración confiada, dentro de la comunidad cristiana.
Todo ello está englobado en la dinámica de la vida evangélica y se orienta hacia el testimonio que los creyentes hemos de dar a la hora de vivir y en definitiva, de anunciar el Reino de Dios.
Me resulta muy sugerente que la propuesta venga acompañada por el perdón y la oración ya que la corrección sin estas dos queda cojitranca, en el aire, y no es propia de cristianos. Sabemos que hemos de perdonarnos, pero quizá tengamos menos claro que hemos de rezar los unos por los otros. Desde ahí - con perdón y oración - , la corrección surge como una necesidad, no se vivencia como un ponerse enfrente del otro y ayuda a reforzar sentimientos de unidad y de hermandad. Creo que eso era lo que pretendía Jesús.
Somos hermanos, hijos de un mismo Padre Dios y el sabe que no somos perfectos, por eso nos invita a lo que nos invita hoy. En el fondo la invitación es a que estemos al tanto de los hermanos para que les ayudemos en sus equivocaciones, desde luego que no es para husmear en sus vidas y andar controlando las entradas y salidas de los otros, pillarle los fallos y luego caerles encima. No, no es eso. Eso no tiene que ver con la propuesta de Jesús.
Se trata de que salga ganando el hermanos, con el la comunidad y en definitiva el anuncio del Evangelio.
FELIZ DÍA DEL SEÑOR.
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