LOS GLOBOS Por María Sánchez

   En toda fiesta que se precie no pueden faltar los globos o, como decimos en Canarias, “las sopladeras” Las encontramos en; fiestas populares, cumpleaños, bautizos, comuniones e incluso en alguna celebración de divorcio, que también hay quien lo celebra.

Recurriendo a los recuerdos de la niñez, me viene a la memoria aquellos señores que, a pulmón libre, inflaban aquellas sopladeras que, más parecían neumáticos, por lo fuerte y resistente que era el material del que estaban hechos

Los niños nos parábamos, embobados viendo aquel señor soplar y soplar hasta quedarse morado, recuerdo que lo primero que hacia era estirarlo a todo lo que daba de sí para, una vez soplado, anudarlo a una vara de junco seca. Éste acto lo hacia con tanta maña y destreza que yo quedaba maravillada. Ya, con nuestra sopladera en la mano, recorríamos los variados lugares de ocio y disfrute que se arremolinaban alrededor de la plaza donde se celebraba la fiesta; que en este caso la plaza de San Gregorio en Telde.

La “bendita sopladera” rara vez llegaba a casa en su estado natural, sino era por una causa era por otra, el caso es que nos duraba menos de lo que nosotros queríamos. Gracias que, aunque rota, continuábamos  sacándole provecho y con los trozos mayores hacíamos lo que nosotros conocíamos y llamábamos  “globos”. La forma para hacerlo era bien fácil; nos poníamos el retal en la boca y halábamos el aire hacia dentro de tal manera que, dependiendo del tamaño y la dureza del material los cachetes terminaban tan rojos como los de Heidi, a causa del esfuerzo.

Después de hecho el globito lo mojábamos con un “pizco de saliva” y lo hacíamos sonar, en la mano o la mejilla, hasta sacar un ruidito como si fuera el canto de un grillo. Esto duraba hasta que nuestra madre cansada de tanto “cri, cri, cri” nos lo requisaba para terminar tirándolo a la basura. 

Los globos o sopladeras, que usan nuestros niños, ya no se inflan a golpe de pulmón. Hoy se usa el helio y, el material con el que se elabora es el látex más manejable que los de antaño, con los que se llegan a formar figuras variadas que son la delicia de pequeños y mayores. Éste arte “globoflexia”  ha llegado a convertirse en un medio de trabajo para muchas personas

De igual modo los globos con los que disfrutan los niños en esta época distan mucho de aquellos que se usaban allá por mis años.

Ya en la Edad Media, bufones y trovadores inflaban vejigas e intestinos de animales para  divertir a sus monarcas. Los primeros globos de goma fueron diseñados por el profesor Michael Faraday en 1824, quien los utilizaba para estudiar el hidrógeno.

            Faraday, que nació en Londres en 1791, hacía los globos cortando dos hojas de caucho superpuestas y presionando sus bordes para que éstos soldasen. Para prevenir que se pegasen entre sí introducía harina en el interior.

           

            FRASE.  HACER CON FACILIDAD LO QUE ES DIFÍCIL A LOS DEMÁS: ESTO ES EL INGENIO. HACER LO QUE ES  IMPOSIBLE A LAS PERSONAS DE INGENIO: ESTO ES EL GENIO.