martes, 15 de febrero de 2011

COLABOACIÓN DE MARÍA SÁNCHEZ

UN SONETO QUE NOS HAGA PENSAR
 Hoy quiero compartir con ustedes, estimados lectores, un soneto que no hace muchos días llegó a mis manos.
  El leerlo me hizo reflexionar y pensé ¿Qué gran lección encierra? Vi en él la actitud que, unas veces por trabajo y las más por dejadez, va haciendo que poco a poco, nos alejemos de la familia, amigos,  vecinos o conocidos.
  Con cuánta frecuencia dejamos de visitar a un pariente, o amigo, con el que nos une una amistad de muchos años pero al que no visitamos con la frecuencia que debiéramos.
  Del mismo modo espaciamos las visitas a aquel primo o tío porque vive en una ciudad que no esta cerca del lugar donde residimos. Y ya se llega al  colmo de la pereza  cuando vivimos en el mismo pueblo o ciudad y nos pasamos meses e incluso años sin visitarnos.
  Sin embargo que paradójico resulta que, el día en el que nos llega la noticia de su fallecimiento, se acortan las distancias, disponemos de tiempo y si fuera necesario pedimos permiso en el trabajo para acudir al duelo y posterior entierro del primo que murió.
Espero que el leer este soneto les haga pensar y, sobre todo, visitar a ese familiar o amigo ahora que está vivo.
 
AHORA QUE ESTOY VIVO
Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.
  Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
  Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
  Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
  Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada cuando yo muera.
  Prefiero que me digas una palabra de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
  Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
  Prefiero que me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un político epitafio cuando yo muera.

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