sábado, 27 de noviembre de 2010

CONSTRUYENDO EL ARCA

Pasaban, pasan y seguirán pasando cosas que nos asustan, nos hacen sufrir o nos dejan indiferentes. Y en medio de todo eso hay una Palabra dicha que ya está, digamos, como medio cumplida: el Señor ya ha venido y ha prometido volver.
Y en esta espera de su segunda venida, nosotros como Noé, llamados a escuchar la Palabra de Dios en medio de los acontecimientos y del devenir de la historia; a caminar muchas veces, en contra de la opinión de los demás sintiendo la indiferencia o la burla de los que nos ven vivir y actuar. Como Noé hemos de construir el arca (la Iglesia) con las tablas de la esperanza, la oración, la confianza y la certeza de que Dios es fiel. Hemos de construir el arca de la salvación, que no es sólo para nosotros, porque Él viene ofreciéndose a todos y al final de la jornada, podremos recoger el fruto pleno de nuestro querer ser fieles.
Sabemos que ya  lo andamos disfrutando -no en plenitud-, aunque  tengamos que pasar por situaciones que nos hagan sufrir.
Noé fue testigo en medio de los suyos de que Dios ama el mundo y a la gente. Se hace necesario que nosotros nos dejemos amar y demos respuesta a esa solicitud de amor desde nuestra libertad. Es ahí  donde encontraremos, no sólo nosotros, sino toda la creación, el sentido de nuestro existir y ser: la salvación.

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