El texto del Evangelio para esta fiesta es de San Lucas, capítulo nueve.
Empieza el texto con Jesús predicando a la gente el Reino de Dios, pero no sólo era la Palabra, sino también la acción. Se nos dice que también curaba a los que lo necesitaban. Termina el día y los Doce quieren despedir a la gente. La excusa: porque no han comido. A la respuesta de Jesús, "Dadle vosotros de comer", ellos se dan cuenta de que tienen las manos vacías y lo que hay lo quieren para ellos: "cinco panes y dos peces". Una salida honrosa, vamos, para salvar el tipo: "a no ser que vayamos a comprar ".
Y Jesús, siempre Jesús, les ayuda a comprender que hay que compartir por muy poco que se tenga. El hará que llegue y que sobren "doces cestos" después de haber comido todos.
Se me antoja ver en estos doce cestos a la Iglesia que ya se está forjando desde la experiencia y la sanación de Jesús, porque Él no sólo cura a los enfermos, cura tambien a estos que quieren despedir a la gente guardándose lo que tienen.
Una buen lección les da Jesús: desprendimiento y confianza total y absoluta en el Padre. Sólo compartiendo podremos sentirnos hermanos y acabar con el hambre en el mundo.
Y esto es lo que nos recuerda Cáritas en el día de hoy. Si queremos ser Iglesia de Jesús no podemos mirar para otro lado ante la necesidad de los otros.
Recordamos: "todo lo que hagan a uno de éstos a mi me lo hacen". Y el texto del Evangelio de hoy: "Dadle vosotros de comer".
La acción cuidadosa y constante de Cáritas se convierte así en algo que debe definir a la Iglesia.
Una iglesia que no tiende la mano al necesitado no es Iglesia de Jesús.
¡Feliz día del Cuerpo de Cristo!
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