sábado, 16 de junio de 2012

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.

 SEMBRAR Y SEMBRAR
Leyendo el texto del Evangelio de este domingo parece evidente que Jesús está hablando del Reino de Dios a gente que vive en el campo o por lo menos que está relacionada con el. 
 Jesús mismo procedía de un pueblo que, sin lugar a dudas, tenía que mirar a la tierra para sacar su sustento.
 Es significativo cómo conoce el proceso  de crecimiento de una semilla pues lo va describiendo paso a paso. Así, dice, es el Reino de Dios. Es la reflexión que El ya ha hecho y que comparte con los que le escuchan y que tiene que ver con sus labores diarias.
Hay  una especie de  ternura y sencillez en la parábola que nos puede llevar a no hacerle mucho caso, pero Jesús está hablando aquí de algo muy importante: El crecimiento en la aceptación del Reino de Dios, proceso necesario para poder un día alegrarnos con la recogida de los frutos, en el momento adecuado.
Hay que crecer, o mejor, hemos de dejar crecer  el Reino de Dios, la acción de Dios, en nuestra vida
 y eso tiene  algo de misterioso y mucho de don y gracia.  La semilla va germinando sola sin que el hombre pueda entrar en la entraña de ese crecimiento.
No hay que desesperar, ni menos abandonar lo de cada día, Hay que seguir  trabajando. No nos podemos sentar a la orilla de la siembra para ver como crece, porque es que no nos vamos a dar ni cuenta de ello. Lo mismo es lo que pasa con el Reino de Dios: semilla diminuta que posee el  germen de la vida y que ha sido depositada en nosotros.
 Otra cara de la moneda es que me huelo que hay una lección para los que nunciamos el Reino. Creo que  nos debería  llevar a pensar si esto no tendrá que ver con  el origen de tantos desánimos nuestros cuando nos esforzamos, una y otra vez, a la hora de vivir,  de testimoniar, de decir o invitar y vemos que  la gente no responde. ¿ No será que  nos olvidamos de que  se requiere un proceso y que  lo nuestro es sembrar?  ¿No será que nos gusta sentarnos a la orilla de la siembra para solazarnos viendo como crece la semilla? ¿ No será que aún no nos hemos enterado de que su crecimiento no depende solo y exclusivamente de nosotros ?

Feliz día del Señor.

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