viernes, 2 de diciembre de 2011

DOMINGO SEGUNDO DE ADVIENTO. CICLO B.

PREPARAR EL CAMINO
Este segundo domingo de Adviento nos llega, con
el Evangelio de Marcos, un vocero particular que nos insta a que le preparemos el camino al Señor y todos nosotros eso de "preparar el camino", sabemos, pero que muy bien, lo que significa.
  Sucede que el miedo, la pereza y no se cuantas otras cosas mas son los pedruscos del camino y los hoyos que en el existen y que impiden que el Señor pueda llegar a nosotros, a veces también el desamor, el estar apegados a lo nuestro, la falta de sencillez y un montón de cosas por el estilo.
  Pero no por ellos dejamos nosotros de seguir sintiendo esa emoción, ese cosquilleo que nos invita al cambio y lo intentamos, pero también con  frecuencia nos olvidamos de ello en un ir de aquí para allá.  Quizá sea porque  nos empeñamos  en hacer "nuestro cambio", "nuestra conversión", con solo "nuestras fuerzas"  sin dar cabida  a la fuerza de Dios, al Espíritu, y ahí está el origen de  que después de querer levantar vuelo, nos volvamos a ver de nuevo en tierra.
La conversión es algo que se nos da. Es un don, una gracia que recibimos después de reconocer  que la necesitamos y de que con nuestras fuerzas solamente no la podemos alcanzar.
Es la obra que Dios realiza en cada uno de nosotros, con nuestro consentimiento, pero es obra suya. Abramos por tanto nuestros oídos y nuestro corazón y pongámonos en sus manos con sencillez y confianza que El nos irá dando todo lo que necesitemos y, sobre todo, la certeza de su salvación. Pero hemos de poner nuestra voluntad, nuestro albedrío, en sus manos.

Es ahí donde encuentra sentido lo de  " Hágase en mi según tu palabra".
Feliz día del Señor.

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