jueves, 6 de septiembre de 2012

CON EL MANTO DE LA ESPERANZA
 Ayer, miércoles, cinco de septiembre, cuando termine mis quehaceres en la parroquia ya eran casi las nueve de la noche. De regreso a casa oí que la radio retransmitía la bajada de la imagen de la Virgen del Pino desde su camarín al trono, allá arriba, en la Villa de Teror.

CON EL MANTO DE LA ESPERANZA
 Pude enterarme, en determinado momento, que  una televisión, la del canal nueve, estaba  dando el evento. De repente, me entraron ganas de verlo, como si fuera algo que no hubiese visto nunca. .Sin prisa, pero sin pausa, llegue a casa con la ilusión de ver algo del evento. Enciendo al tele y allí estaba.
 De pié ante el televisor me pase todo el rato que  duró. No podía ni quería moverme de allí.
La imagen del la Virgen del Pino lentamente   descendía desde el camarín al trono entre los vítores de la gente, los aplausos y las lágrima, pues cada vez que la cámara hacia un barrido por el interior de la basílica no había que fijarse mucho para descubrirlo. Yo también me emocioné con todo lo que envolvía y estaba suponiendo este acontecimiento.
 Me di cuenta de que este año la Virgen, no se si por casualidad o no, está vestida de verde, el color de la esperanza y me pareció que sonreía. Es sabido que la imagen tiene una sonrisa especial que cautiva. Pues en esta ocasión más, como si estuviera diciendo ya llegue, ya estoy con ustedes, no tengan miedo, les traigo en los brazos a  mi Hijo, escúchenlo.
Un coro cantaba  himnos y oraciones y aquello de : " Bajo el solio de luz esplendente..."
ESA MIRADA DE MADRE
El rostro de los asistentes ¿ reflejaba esperanza,  devoción, fe, confianza? Me quedo con la confianza. Si, reflejaba confianza. Ella nunca nos ha defraudado, nunca, y no va ha hacerlo ahora.
Este año subiré a Teror como siempre, caminando, con tres plegarias para dejar a los pies de nuestra Señora: Que asista a los políticos para que den salida al problema de la crisis y el paro. Que  nos siga ayudando a los Cristianos a ser fieles al proyecto de Jesús y de su Iglesia  entre nosotros. Y que llueva, si, que llueva, para que la naturaleza se renueve, que está nuestra isla sequita por donde quiera que la mires. 
El manto verde, el manto de la esperanza, se me antoja un presagio de que este año y como siempre, ella intercederá por nosotros y nos ayudará a salir adelante.
Por eso quiero terminar con la letra de una conocida canción que dice : " Vamos, venir no me dejes, caminito de Teror. Vamos, que allí nos espera, linda la Madre de Dios"

¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL PINO!!!

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