¿POR
QUÉ DECIMOS?
ANDAR A
LA GREÑA
Lo de
“andar a la greña” se le suele atribuir más a las mujeres que a
los hombres. Tal vez porque éstos son más de, puño cerrado y
directo a la cara, las mujeres en cambio por llevar el pelo más
largo y carecer de menor fuerza física lo tiene más fácil
tirando de ellos a su contrincante.

En ese
momento es mejor ponerse a buen recaudo si no quiere usted, sin
comerlo ni beberlo, verse envuelto en una discusión entre los
defensores de los equipos en cuestión.
Pero, no
es sólo de fútbol por lo que discuten los hombres, otro de
los temas que los llevan a discusiones desaforadas es la política.
Aquí el
que más con el que menos se “anda a la greña” sin
importarle que unas cámaras de televisión le esté grabando o un
micrófono de radio se encuentre a dos centímetros de su boca.
El, tú me
dices yo te digo, es el pan nuestro en cualquier medio de
comunicación en los que se enfrentan los; políticos, entrenadores
de fútbol, o los mismos futbolistas.
Pero, los
que se llevan la palma en andar a la greña, en ocasiones
incluso de manera real, son las llamadas “gente del famoseo”.
Son un
tipo de personas que ven en estos programas una manera de
ganar dinero fácil. Primero se van a cualquier reality para
una vez finalizado ir de plató en plató contando sus
vergüenzas y desvergüenzas, en cualquier cadena de televisión,
donde unas más que otras son especialistas en el tema.
Delante de
un público vehemente y fascinado lavan los trapos sucios de
los que por un tiempo fueron sus compañeros, los mismos con los que
pasaron semanas de dura convivencia, con los que compartieron
risas y llantos y al que el primer día querían con toda el alma y
al siguiente le clavaban la puñalada trapera.
Los
protagonistas de este circo han visto que en esta pista cabe todo y
cuanto más crítico más cobro, cuanto más chillo más famosa y
cuanto más ordinaria/o más sube mi cachet. Entre estos personajes
circenses está el calvo. La falta de pelo la suple con una lengua
viperina que cuando la suelta, como melena al viento, no deja títere
con cabeza. Claro a éste por mucho que se desee no se le puede tirar
de las greñas.
Las
greñas, como todos sabemos, son matas de cabello revueltos,
sin peinar. Echa esta aclaración decimos que dos personas “andan a
la greña” cuando en una discusión los ánimos se van caldeando;
de las palabras se pasan a los hechos y, sobre todo las mujeres, se
tiraban a las greñas de sus contrincantes.
Era usual
en los tiempos en el que se lavaba en las acequias como las vecinas
se peleaban por la piedra de lavar y por un quítame allá una laja,
“amañaita”, se tiraban de los pelos o lo que es lo mismo “se
andaban a la greña”.
1 comentario:
Muy buen artículo. Eso es reflejo de lo que pasa en la sociedad del bienestar del alejamiento de Dios.Si eso ocurre, a saber, discutir en la tele es porque eso gusta. ¡Que lejos esta eso del amor al prójimo! Seguimos haciendo lo mismo que nos enseñaron cuando eramos pequeños y esto es a ser los mejores no importa en que.Todos queremos tener razón queremos ser más inteligentes que los demás.Eso esconde una inmadures tal que da risa y pena. Sobre todo por el motivo de discusión que es quien metió más balones en la puerta ajena y demás tonterias infantiles. El dialogo amistoso ¿donde se ha quedado?. El que une no el que separa. ¿Es que somos tan sabios que no podemos aprender de los demás? Sed prontos a escuchar y lentos para hablar dice la Biblia. Y quien grita más fuerte y es más vulgar es la que más dinero gana, se premia la intolerancia y la vulgaridad. Pero que se esconde detrás de querer tener la razón sino infantilismo tal que demuestra el grado de inmadures que tenemos.
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