
Por otra parte, es verdad que en los textos de los Evangelios se habla de cuatro casos -no sé si se me escapa alguno más- en los que hoy me fijo, que son: Lázaro, la hija de Jairo. el hijo de la viuda de Naín y el mismo Jesús. En todo ellos se habla de resurrección, pero en verdad donde único podemos aplicar el término en toda su densidad es en el caso de Jesús, pues lo de Lázaro, lo de la hija de Jairo o el de Naín no lo podemos clasificar como resurrección, sino como un volver a la vida para volver a morir, sería un revivir.
En definitiva, creer en la resurrección es confesar nuestra fe en el Dios de la Vida, que es lo que le dice Jesús a los saduceos. Motivos para creer ya los tenemos en el mismo Jesús que no sólo habló de ello, sino que sabemos resucitó y habita entre nosotros alimentando esta esperanza con mas fuerza quizá, que cuando lo hacia mientras estuvo entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario