
Me refiero al día de la Cruz, en el que se adornaban cruces y hasta, últimamente, se hacìan concursos, pues éste año, como digo, no se ha visto mucha movida ni tampoco muchas cruces adornadas en los dinteles de ventanas o puertas. Ya pasó con el día primero que escapó por debajo de la alfombra como día del trabajador.
Algo que se está desvaneciendo ya hace tiempo es la dedicación de éste mes a la Virgen María. Estos días he tenido ocasión de visitar La Ciudad de San Juan de Dios y me sorprendió ver como los cuidadores junto con los niños estaban de fiesta celebrando el mes de la Virgen con música, flores, y dulces. Me hizo pensar cómo cuantas cosas que hemos heredado y que nos ayudaban a encontrarnos y, en el fondo, a ser mejores las hemos ido dejando atrás sin saber ni cómo ni por qué.
Me dirán que soy un carca, no lo sé, pero quizá deberíamos estar más atentos y no dejar que nada de esto se pierda, porque si perdemos las tradiciones, perdemos memoria y en el fondo, nos perdemos nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario