Es que ya está ahí, a la puerta, el día de San José que lleva ya unos cuantos años pasando por debajo de la alfombra porque le han quitado la festividad a nivel social, todo hay que decirlo, porque a nivel de Iglesia, sigue siendo fiesta, aunque los curas miremos un poquillo para otro lado y no recordemos a la gente la necesidad de oir misa ese día pues es festivo. La gente trabaja y no pueden venir a la Iglesia ese día, muchos no vienen ni el domingo, menos un día de trabajo para cumplir con el precepto. Y es verdad, pero eso, creo yo, no nos exime de celebrar esta fiesta en la que reconocemos la importancia del Carpintero en la historia de la salvación, como Padre-Tutor de Jesús y Patrón de la Iglesia Universal.
Tambien celebramos el día del Seminario, de nuestro Seminario. Quiera Dios que por la intercesión de San José, nuestros ruegos sean escuchados y el Señor nos regale algunas vocaciones.
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