Celebramos este lunes una fiesta muy importante para nosotros. Celebramos el Día de San José. Aparte de celebrase en este día el día del padre, también es el día del seminario, es él el patrón de las vocaciones.

Ahí está la clave que nos lleva a mirar a este hombre como hombre de Dios pues fue capaz, una vez escuchada la palabra de Dios que se le dirige, de romper con todas sus dudas y recelos y aceptar el proyecto de Dios que en María se esta llevando a cabo para el mundo entero y para el cual es necesaria su colaboración. Ese niño necesitaba un padre, esa madre necesitaba un esposo y ese padre y esposo va a ser José, de quien se nos dice que es un hombre justo. En su empeño de ser fiel a la ley y de no hacer daño a aquella a quien quería, decide repudiarla en secreto y que le carguen a el las culpas, pero el Señor le pide otro tipo de Justicia, llevar a delante con fidelidad lo que se le propone: Aceptar a María como esposa, sin repudio, sin escrúpulos, sobreponiendose al que dirán de la gente, haciendo oídos sordos a los comentarios y opiniones de los demás. El sabía bien de quien se fiaba y desde esa fidelidad pone su granito de arena para que el proyecto de Dios alcance cumplimiento, sin esperar mas recompensa que la mirada agradecida de Dios.
No queremos pasar sin decir que Santa Teresa de Jesús le tenía mucha devoción a San José, también es el patron de la Iglesia y de la buena muerte.
Que el interceda par todos nosotros y nos guarde en el amor a Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario