
Es un día para la reflexión y la acción de gracias, para mirar hacia atrás y hacia adelante, para desear lo mejor y para reforzar esos proyectos que se han quedado a medias o no hemos empezado aún, pero que siguen ahí esperando.
Es un día para hacernos esa pregunta que solemos rehuir: ¿dónde estoy yo ahora mismo y hacia dónde debo caminar? Y para dar gracias, porque sea cual sea nuestro balance, debemos dar gracias por lo vivido y por la oportunidad que se nos brinda, bien para empezar de nuevo, bien para seguir haciendo camino. De todas formas, las llaves están en nuestra mano.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
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