SUBIÓ A LOS CIELOS...
Celebramos este fin de semana la fiesta de la Ascensión del Señor. Cada domingo proclamamos en el credo: "subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre" pero antes también hemos dicho y proclamado que descendió a los infiernos y que resucitó.
Estos, creo yo, son los pilares en donde se fundamenta la fiesta que hoy nos convoca : Jesús, el Señor, el Dios y hombre verdadero, con la Ascensión culmina su obra de restauración de la vida humana, del hombre.
Siendo El hombre y Dios, ningún otro lo podría hacer y lo ha hecho. Sabemos que cuando decimos que bajó o subió no estamos hablando de localización de lugares, que es una forma de hablar que debe llevarnos a entender lo que se quiere decir y que no es ni mas ni menos que Jesús, muriendo como hombre, murió realmente, que su muerte no fue una ficción. Ese bajar a la muerte, al lugar de la muerte, forma parte de su obra salvadora ( no de otra forma podría rescatar a los que habitaban en ella, en la ausencia de la vida, de Dios, donde el proyecto del hombre estaba roto y que debía ser restaurado). Muriendo posibilita que el hombre pueda recuperar la vida que ha perdido, pueda restablecer la relación con el Padre, pueda entrar en diálogo con la Vida.
La Resurrección, en medio de su descenso y ascenso, es la clave para entenderlo todo porque en ella, el Padre manifiesta que acepta su bajar a la muerte, su morir por los que no tenían vida.
La Ascensión es la apertura total del hombre Jesús y de todo hombre al proyecto de Dios, es la posibilidad de que el hombre dejando su propia negación se encuentre con el que es la vida y con el proyecto originario para el que fue puesto sobre la tierra. Por tanto, ese "subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre" tiene que ver mucho con nuestra vida temporal y nuestra condición. No es una fiesta en donde solo celebramos la ida de Jesús, que si, pero es también una fiesta que tiene mucho que ver con nuestra condición, pues nos posibilita y nos apunta que el hombre puede estar en comunión con Dios, puede sentarse a su derecha: esa es la gloria de Dios, que su criatura goce de su vida en plenitud. Jesús diría: " he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia".
Ahora entendemos, ahora comprendemos sin terminar de ver totalmente claro, el misterio de nuestra redención.
Como El dijo a los discípulos, no estemos tristes porque se vaya, pues tambien se queda y si se va es para terminar de completar su obra para nosotros, para prepararnos sitio, porque quiere que donde El esté, estemos nosotros, ¿ no es esto motivo de gozo y esperanza?.
También nosotros, un día subiremos al Padre como El nos ha dicho: "vendré y les llevaré conmigo" Pero antes, antes hemos de obedecer su mandato, "si hacen lo que yo les digo" y conformar nuestra vida a la suya y alimentarmos de El: "si el sarmiento está unido a la vid...
También nosotros un día subiremos al Padre como El ha hecho. El nos lo dijo: " vendré y les llevará conmigo"
Por tanto, esta fiesta de la Ascensión del Señor Jesús a los cielos es, debe ser, una fiesta de esperanza esperanzada, de amor enamorado, de corazón traspasado que no busca otra cosa más que hacer, mas que complacer al amado del que un día se enamoró y en el que ha puesto y encuentra toda su vida y por el que realiza todo su trabajo.
Feliz día de la Ascención del Señor.
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