Celebramos este fin de semana el colofón de las fiestas de Pascua con la Pascua de Pentecostés, un acontecimiento que lanzó a la primera Iglesia por los caminos del mundo anunciando del Reino de Dios:la buena noticia de que Dios sigue apostando por los hombres, por todos y cada uno de nosotros y por ende, por el mundo, la creación.
Es una fiesta que nos ha de llevar, creo yo, a preguntarnos dónde estamos nosotros ahora mismo. La Primera Iglesia - los primeros hermanos- , según nos cuenta Lucas, no quiso callar ni ocultar y ante el riesgo real que vivía, no guardó prendas a la hora de proclamar que Jesús es el Señor porque el Padre lo había Resucitado.

El tema está en nuestra libertad, si realmente nos dejamos llevar por El, por su impulso. No es que no queramos seguir al Maestro, no, pero..., siempre hay un pero, con frecuencia preferimos adocenarnos e ir pasando, dejando sin fuerza el acontecimiento que igual que al inicio de la Iglesia, hoy también se produce. El Señor sigue cumpliendo con su promesa ¿ Y nosotros?
Rezaremos con la secuencia de la Eucaristía, cantaremos aquello de "Espíritu santo, ¡ ven !" , o el " Veni Creator", pero ¿ y una vez que pase todo, vamos a seguir igual o nos desembarazaremos de perezas, miedos, disculpas, que sabemos que no son válidas y tantos otras cosas que nos inventamos para seguir haciendo lo que hacíamos dos o tres días antes?.
¿Qué es Pentecostés ? ¿ Qué es lo que celebramos? ¿Realmente hay un deseo profundo e inequívoco de querer hacer los que el Maestro nos dice o andamos chaqueteando poniendo, como se suele decir, una vela a Dios y otra al diablo?
Rezaremos y le pediremos que venga sobre cada uno de nosotros, sobre toda la Iglesia.
Por mi parte le voy a pedir, que rompa todos mis esquemas, que rompa mi vaso, que me de alas para volar si dejar de mirar la tierra, que no tenga en cuenta mi libertad, que me haga descubrir lo que debo hacer en cada momento y me empuje a ello.
Feliz Pascua de Pentecostés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario