REFRANES
POPULARES.
POR MARÍA SÁNCHEZ
ALABANZA EN BOCA PROPIA
MUJER DE POCO VALER
Con
este refrán hacemos alusión a aquellas personas que en todo
momento, lugar y situación, hacen alardes de estar preparados para
cualquier eventualidad que se presente. No dudan en exponer
constantemente sus cualidades; da igual que sean humanas o
materiales.
Antes
de continuar permítanme dar mi opinión particular sobre este refrán
en particular. Éste es de los pocos con el que no estoy de
acuerdo. A día de hoy me parece una discriminación hacía la mujer.
Mi
madre, que como he dicho en anteriores ocasiones era muy dada a los
refranes, solía usarlo cuando en su presencia una mujer hacia
alarde de lo buena que era en la cocina, o lo bien que planchaba la
ropa.
No
ocurría lo mismo cuando el que alababa su maña o buen hacer era un
hombre. Aquí las cosas cambiaban y ése era un hombre inteligente,
listo, capaz de comerse el mundo. En defensa de mi madre y de
las mujeres de su época, diré que cincuenta años atrás esto era
lo normal ya que, por parte de la mujer, al hombre se le consideraba
un ser superior.

No
conocen el respeto a la mujer, la tratan como si fueran sus dueños y
señores llegando en algunos casos a creerse propietarios de sus
vidas para quitársela por una simple discusión.
Pero,
los tiempos cambian y, con el paso de los años, el hombre ha llegado
a comprender que la mujer tiene iguales virtudes que puede tener él,
los mismos derechos y, como no, los mismos defectos. En definitiva
que somos, o debemos ser, iguales ante Dios y los hombres. Si bien es
cierto que las leyes tendrían que cambiar bastante.
Aquello
que en la época de mi madre era un defecto, hoy la nueva generación
y la sociedad lo considera una virtud, casi una obligación.
De
tal manera que, a través de clases de autoestima, libros escritos
por; sociólogos y psicólogos, nos animan a valorarnos, a querernos
a sentirnos capacitadas para casi todo, a mirarnos en el espejo antes
de salir de casa y decir aquello de “que guapa soy, que tipo tengo”
.
La
mayoría de las mujeres de nuestra época salen a trabajar fuera de
casa y, cuando llegan a ésta, continúan haciéndolo. Ahí
ejercen de; cocineras, limpiadoras, lavanderas, administradoras,
consejeras, asesoras y un largo etcétera casi imposible de enumerar.
A la vista de esto cabe preguntarse ¿Qué delito comete si en un
momento, en el que tiene la autoestima subida, se alaba a sí misma?
Pues
como bien dicen los psicólogos tenemos que valorarnos y querernos
más para valorar y, en consecuencia, querer del mismo modo a
aquellos que nos rodean.
1 comentario:
De acuerdo contigo, Pepe. Jesús dijo "ama a tu prójimo como a ti mismo", por lo que se sobreentiende que debemos querernos a nosotros mismo. La mujer, como el hombre debe tener autoestima pero sin llegar a ser soberbios.La humildad y la autoestima no estan enfrentados. Lo que debemos hacer más que presumir de nuestros supuestas cualidades es reconocer que todos se nos ha dado de lo alto. Lo que buscamos cuando no elevamos a nosotros mismo es que nos quieran y olvidamos que para que nos quieran debemos querer primero; en una vertiente de ese querer al prójimo tenemos la alabanza del hermano y no tanto la propia alabanza que se hace, a veces, odiosa. No se deberia hacer distinción entre hombre y mujer en lo que se refiere al menos a los derechos.Saludos
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