DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO A
CUANDO HAYA QUE LLAMAR LA ATENCIÓN
El texto del Evangelio de este domingo nos invita a reflexionar sobre la corrección fraterna, el perdón y la oración confiada, dentro de la comunidad cristiana.
Todo ello está englobado en la dinámica de la vida evangélica y se orienta hacia el testimonio que los creyentes hemos de dar a la hora de vivir y en definitiva, de anunciar el Reino de Dios.

Somos hermanos, hijos de un mismo Padre Dios y el sabe que no somos perfectos, por eso nos invita a lo que nos invita hoy. En el fondo la invitación es a que estemos al tanto de los hermanos para que les ayudemos en sus equivocaciones, desde luego que no es para husmear en sus vidas y andar controlando las entradas y salidas de los otros, pillarle los fallos y luego caerles encima. No, no es eso. Eso no tiene que ver con la propuesta de Jesús.
Se trata de que salga ganando el hermanos, con el la comunidad y en definitiva el anuncio del Evangelio.
FELIZ DÍA DEL SEÑOR.
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