
Por otro lado creo que apunta a que el Reino de Dios no es una empresa al uso en donde los sindicatos podrían protestar por la injusticia manifiesta según los contratados, sino algo distinto. También se nos dice que no se trata de trabajar mucho o poco tiempo, sino de responder a la invitación y dedicarse a ello com prontitud y diligencia. Sabemos que no por acudir mas temprano se hace mas y eso, en lo que al anuncio de la palabra respecta, se nos ha dicho que el fruto no depende solo de nosotros, sino del Padre, del amo de la viña.
Seamos de los primeros o seamos de los últimos, la reconpensa va a se la misma. Lo importante está en responder acudiendo a la invitación con generosidad, sea el momento que sea en nuestra vida y tener claro que los que han sido llamados de los primeros no tiene derecho a sentirse superiores a los últimos, ni mucho menos a exigir mas salario que estos.
1 comentario:
Debemos responder con amor desinteresado al amor desinteresado de Dios. No convertir lo que es un acto de amor en negocio egoista.Saludos
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