
Digo esto a tenor del fallecimiento de nuestro hermano Ángel Rodríguez, sacerdote, natural de Lanzarote, que ejercía su ministerio en nuestra isla de Gran Canaria. Un fallo en su corazón ha hecho, ayer viernes, que ya no esté entre nosotros de forma física, pero sí que seguirá estándolo en, desde y por el Señor.
Desde aquí a su familia y a su Comunidad Parroquial, nuestro gesto de solidaridad más fraterno y esperanzado.
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