DIA DEL CORPUS CHRISTI. CICLO A.
UNA FIESTA PARA ADORAR
Celebramos el día del Corpus Christi que es una fiesta para adorar, pero de nada sirve esa adoración si no nos lleva a la solidaridad concreta y, a veces dolorida, con los mas desfavorecidos de la sociedad, pero también con aquellos que nos han hecho daño o nos hacen sufrir. Volviendo al entorno del cenáculo descubrimos como Jesús, no solo se queda con nosotros, sino que también perdona y tiende la mano al que lo había ya vendido ofreciéndole la oportunidad de retomar la situación.
Esta fiesta contiene en sí misma una doble vertiente de una única presencia del Señor en medio de nosotros que debemos adorar con profundidad y respeto: Jesús en el sacramento y Jesús en las personas, sobre todo los pobres y necesitados que también son sacramento del Señor.
A la palabra adorar le solemos aplicar el concepto de estaticidad y es verdad, pero adorar a Jesús en la Eucaristía lleva además ese otro germen de solidaridad que implica donación, acercamiento y esto se alcanza con un movimiento de todo nuestro ser hacia los que necesitan ayuda, sea quien sea, haya hecho lo que haya hecho y venga de donde venga. Sólo desde ahí alcanza plenitud la fiesta de hoy. Estoy pensando en una frase del Maestro :"Lo que le hagan a uno de estos a mi me lo hacen".
Feliz día del Corpus Christi.
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