Lo que le daba esos andares de junco movido por el viento. Recuerden que era de esas mujeres que cuando pasan por la calle hacen que los ojos de los hombres poco menos que se salgan de las orbitas.
De igual modo que en Marilyn se admiraba sólo su belleza externa sin importar sus dotes interpretativas que, dicho sea de paso y corroborado por los entendidos, no era de las mejores, así ocurre con las personas que nos rodean.

¡Que error tan grande se comete al actuar de esta manera! No ser capaces de ver más allá de nuestras “narices”. Hacer cierto el refrán de que la cara es el espejo del alma, nos hace perder la oportunidad de conocer a gente honrada, honesta, gente que, tarde o temprano puede llegar a ser un gran amigo o amiga.
Siempre he pensado que la belleza exterior es efímera, se pierde con el paso del tiempo, y es la interior, esa que no vemos a primera vista, la que perdura eternamente.
Por conseguir esa belleza efímera han caído muchos jóvenes en la bulimia o en la anorexia. Se ha discutido si parte de culpa de este, excesivo culto al cuerpo, la tienen los medios de comunicación o por el contrario son los modistos los culpables, haciendo la ropa para cuerpos “Nancy”.
No piensan que las personas, que como yo, pasan de los 50 kilos y más, no voy a decir hasta donde llega el más, necesitamos tallas grandes, sí, pero con ropa que no sea de aquellas que usaban nuestras abuelas.
1 comentario:
Hola, el sábado 10 de Septiembre de 2011 voy a presentar un examen para la especialidad y me voy a encomendar a Santa Clara de Asís!
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